En ocasiones surgen titulares verdaderamente extravagantes y sin aparate sentido. Pero en todos casos tal vez siempre beneficiosos para las producciones en las que se centran. O al menos eso han pensado con la difusión de una más que peculiar demanda presentada por una espectadora que quedó “defraudada” tras ver la película Drive, protagonizada por Ryan Gosling.
Una avezada espectadora de cine, que responde al nombre de Sarah Deming, y que pudo ver el filme Drive en su localidad de Michigan, quedó defraudada porque, a su juicio, “la película no concuerda con lo que se publicitó sobre ella porque no se parecía en nada a Fast and Furious”.
Si esto no fuera poco, la joven también considera poco apopiado que alguno de los villanos del filme sean judíos, algo “que nos denigra y que es totalmente ofensivo”.
En definitiva, una de esas curiosidades que llegan a los titulares sobre una película que promete mucho y cuya andadura en los festivales de medio mundo dejó buen sabor de boca a los asistentes. Eso sí, menos a la tal Sarah Deming.
El argumento de Drive nos habla de un especialista automovilístico de Hollywood que encuentra en el robo de bancos una fuente de ganarse la vida. Siempre consigue escapar de la policía y su habilidad le permite salir bien parado de todas las situaciones. Al menos hasta una que se complica más de lo esperado y termina sumergiéndole en una frenética huida en la cual irá acompañado por la chica de peligroso traficante.
-