
Después de tres jornadas, parece que lo más interesante hasta el momento ha sido el remake de la película sueca Déjame entrar, Let Me In, y es a que a pesar de que todos teníamos reticencias dada la calidad y proximidad del título original, parece que han conseguido hacer un filme de lo más logrado, en el que destacan principalmente la labor de sus dos jóvenes protagonistas, Chloe Moretz y Kodi Smit-McPhee. La crítica ha dicho que el director Matt Reeve ha hecho un filme con personalidad, y no un producto hollywoodense más.
También habrá presencia española en Toronto, con la premiada Balada Triste de Trompeta de Álex de la Iglesia y la esperadísima Buried de Rodrigo Cortés, cuyas primeras críticas son de lo más esperanzadoras.
Estaremos atentos a que más nos depara este festival.