He de partir diciendo que no soy muy fan de las películas de acción. Dicho esto, puedo proseguir y empezar el párrafo de manera decente. En 2008, una cinta de acción apareció para estremecerme. Cuando entré a la sala de cine no esperaba mucho, quería divertirme un rato con algo de velocidad y balas e hice una apuesta segura a algo de lo que no sabía mucho, pero había escuchado “era decente”. Lo que no sabía, era que “Taken”, dirigida por Pierre Morel, escrita por Luc Besson y protagonizada por el ídolo Liam Neeson; era algo que iba mucho más allá. Una verdadera joya escondida, una de esas cintas que no tienen la promoción suficiente, pero si la tuvieran, revolucionarían cierta manera de ver las cosas.
Pero bueno, ¿para qué todo este contexto? Pues para decirles que el mismísimo actor, junto con el ya mencionado guionista, se sentarán a conversar acerca de una posible secuela de esta maravilla del cine de acción contemporáneo. ¿Cuál sería la trama de esta próxima versión? Nada está definido, puesto que el argumento de la primera —rapto de una hija y consecuente persecución— era bastante válido, pero, ¿qué hacemos ahora? ¿Que la rapten de nuevo? De verdad da para pensar, puesto que una cinta como ésta, no es bueno que la arruinen con un argumento inválido. Mucho menos con algo poco creíble.
Esperemos que las conversaciones lleguen a buen puerto y que, de concretarse, puedan llegar a un buen acuerdo acerca de la nueva trama. De verdad y muy honestamente, no quiero que arruinen una película de esta categoría.
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